Rituales diarios de cuidado personal que todo gerente educativo y docente debe implementar en su vida

El autocuidado personal es fundamental para el bienestar de cualquier persona, pero si hablamos de docentes y gerentes educativos, me atrevería a decir que aún más. 

Y es que normalmente en los entornos escolares, los profesionales que formamos parte del proyecto educativo solemos poner las necesidades de todos por encima de las nuestras.

La responsabilidad y la demanda de tiempo y energía hace que encontrar tiempo para cuidarnos sea tarea imposible, aunque paradójicamente sea esencial para prosperar y ser feliz en nuestro trabajo. 

Por eso en este artículo quiero compartir contigo algunos rituales diarios de cuidado personal que todo gerente educativo y docente debe implementar en su vida. 

¿Qué es el cuidado personal?

Vivimos en un contexto en el que es fácil dejarse arrastrar por el “hacer siempre más”: más proyectos, más formaciones, más horas, más de todo. 

Parece que el “hacer poco” es sinónimo de fracaso, y por eso necesitamos estar haciendo algo productivo constantemente para sentirnos bien. 

Sin embargo, esa mentalidad es la que nos lleva precisamente a altas tasas de burnout y estrés entre docentes y directores escolares, desmotivación y a la pérdida de talento. 

Porque no, la clave del bienestar no está en hacer y hacer hasta agotarnos, está en saber tener claras las prioridades y vivir una vida balanceada. 

Y en este sentido, el cuidado personal es clave. 

Cuidarse a sí mismo significa saber detectar lo que tú necesitas en este momento para estar bien. Puede que para mí sea salir a caminar 30 minutos a la hora de comer, y que para ti sea ver tu serie esta noche en Netflix. 

Así que si tuviéramos que elegir una definición para cuidado personal, podríamos decir que se trata de las decisiones que tomamos para asegurar nuestro propio bienestar físico, emocional y mental. 

Estas decisiones son totalmente relativas y dependen de cada persona, y también de cada día: unos días necesitarás calma y reflexión, y otros movimiento, socializar y más ritmo. 

Sea como sea, es fundamental encontrar los espacios necesarios para el cuidado personal. Y para esto, los rituales diarios son súper útiles. 

Porque siendo honestos, todos sabemos que pasamos muchas horas trabajando, comiendo mal y rápido y sin dormir las horas necesarias, y aunque sabemos que eso nos está pasando factura, no encontramos la forma de hacerlo diferente. 

Por eso la idea clave con la que me gustaría que te quedaras es que menos es más: si decides empezar a incorporar rituales diarios de autocuidado, no quieras pasar de 0 a 100 en una semana. 

Trata de encontrar un sistema sostenible, y luego ya tendrás tiempo de ir incorporando más cosas poco a poco. Pero si caes en la trampa de querer empezar con todos los hábitos y hacerlo YA, es probable que los abandones a la primera de cambio. 

Beneficios del cuidado personal 

Simplificando al máximo, podríamos decir que el beneficio de incorporar el cuidado personal en tu vida sería sentirte mejor en todos los niveles. 

Pero si vamos un poco más allá, los beneficios también serían:

  • Mejora tu autoestima: cuando te dedicas tiempo a ti, estás lanzándole un mensaje a tu inconsciente de que eres importante y de que te mereces lo mejor. Además, satisfacer tus propias necesidades mejora tu diálogo interno y la forma en la que te ves. 
  • Fomenta el autoconocimiento: darte el espacio para hacer algo de lo que disfrutes es la oportunidad de descubrir nuevas cosas que te gusten, como un nuevo deporte, una nueva actividad o algo que siempre te había llamado la atención y nunca habías encontrado el momento. 
  • Aumenta tu productividad: el autocuidado preserva tu energía y la enfoca en lo realmente importante, te permite concentrarte más y también mantiene el estrés a raya.
  • Refuerza tus relaciones personales: otro de los beneficios es encontrar el espacio necesario para pasar tiempo de calidad con tu familia, con tu pareja y con tus amigos, algo fundamental para estar bien. 

Estos son solo algunos beneficios, aunque por supuesto hay muchos más, como ayudarte a ver la vida con más optimismo, prevenir enfermedades y mejorar notablemente tu calidad de vida. 

Rituales diarios de cuidado personal que puedes implementar desde hoy mismo 

Ahora que ya hemos repasado el concepto de cuidado personal y cuales son los beneficios para docentes y gerentes educativos, vamos a ver esos rituales diarios que puedes incorporar a tu vida. 

1 – Haz una rutina de mañana 

La forma en la que empiezas los días marca la diferencia. No es lo mismo salir de casa sin tiempo ni de tomarte un café, que salir ya habiéndote dedicado esos minutos del día tan importantes a ti. 

Y ojo, que no se trata de despertar a las 5:00 am para hacer 15 cosas antes de ir a la escuela (algo que puedes hacer si es lo que te sienta bien, claro), sino de encontrar eso que te ayuda a empezar el día con buen pie e incorporarlo a tus mañanas, como pasar tiempo con tu familia, desayunar tranquilamente, planear tu día, vestirte mientras escuchas la radio…

Sea como sea, encuentra tu rutina de mañana ideal y hazla sagrada. 

2 – Incorpora hábitos regularmente

Puede que tengas el gusanillo de empezar a incorporar el cuidado personal en tu vida, y que quieras hacerlo todo ya: salir a correr 30 minutos, comer más sano, leer por las noches, beber 2 litros de agua y apuntarte a clases de yoga, de acuarela y de salsa. 

Ok, estoy exagerando, pero sabes por dónde voy: ve poco a poco, y que tu meta sea convertir ese nuevo hábito en un ritual diario. 

Por ejemplo, si quieres empezar a escribir un diario, hazlo parte de tu ritual cada mañana. Y cuando ya tengas el hábito, haz lo mismo con el siguiente.

3 – Planifica tu vida personal 

¿Cuántas veces has terminado tu jornada oficialmente, pero has seguido en casa? 

Haz que tu vida personal sea prioridad y dale espacio en tus rituales diarios: puede ser pasar una hora al día con tu familia y que sea un tiempo sagrado (lejos de emails ni notificaciones), o reservar media hora para hacer algo con lo que disfrutes, como salir a andar o tomarte una ducha sin prisa. 

La clave para conseguirlo es planificar tu vida personal y reservar los bloques de tiempo que necesitas para ello. 

Y con esos bloques reservados, sabrás que a la hora de terminar tu jornada terminas de verdad, porque hay otras cosas importantes esperándote. 

4 – Encuentra algo que te apetezca hacer 

Cuando la docencia es tu pasión, muchas veces cuesta encontrar algo que te guste fuera del aula. 

Pero es importante hacerlo y encontrar actividades con las que disfrutes y que te permitan desarrollarte en otro contexto además del profesional. 

La idea es que busques, preguntes, pruebes hasta encontrar algo que te apetezca hacer, que te relaje, te estimule y que puedas incorporar a tus rituales como parte de tu cuidado personal. 

5 – Cada día, reflexiona 5 minutos 

5, o 10. Pero reserva todos los días unos minutos para reflexionar sobre cómo te sientes hoy, y qué es lo que necesitas para estar mejor. 

Estos minutos son fundamentales, ya que la vorágine del día muchas veces no nos deja ni ser conscientes de cómo estamos. 

Pero si te los reservas, podrás enfocarte en lo que tu cuerpo, tu mente y tus emociones necesitan, y dárselo. 

Porque el cuidado personal es en realidad un acto de amor por nosotros mismos, y con los demás. Créeme que estar hasta las 2:00 am corrigiendo exámenes o buscando la actividad ideal no es la mejor forma de dar lo mejor de ti. 

Cuando estás feliz, en armonía y en equilibrio, todos se benefician: tu equipo, tus alumnos, tu familia y… tú. 

¿Por cuál de estos rituales vas a comenzar? 

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