Directores Escolares: ¿jefes o líderes? ¿Qué papel ocupas en tu escuela?

Hoy hablamos de la diferencia de un jefe vs. líder, y más concretamente, de la diferencia entre un director de escuela que tiene un papel de líder, o de jefe. 

El puesto de director escolar lleva implícito labores de coordinación, administración, toma de decisiones, además de liderar al equipo, y rendir cuentas sobre los resultados del alumnado. 

Su labor dentro del proyecto educativo es importantísimo, ya que la forma de ejercer este liderazgo puede potenciar o desincentivar el aprendizaje, motivar o desmotivar, mejorar o empeorar el clima del centro…. 

Y en muchas ocasiones, es increíble la diferencia cuando la figura del director escolar ejerce de jefe, y cuando de líder. 

Podemos entender que un jefe es una persona que tiene autoridad o poder sobre un grupo para dirigir su trabajo o sus actividades, y que busca el éxito basándose en el esfuerzo y la

obligación.

Por el contrario, un líder es aquella persona que encabeza y dirige un grupo o movimiento buscando la felicidad y un buen ambiente para la obtención del éxito.

En realidad, un líder tiene el arte de influir sobre la gente para que trabaje con entusiasmo en la consecución de objetivos en pro del bien común. 

Y en muchas escuelas, los directores y directoras dominan ese arte y saben transmitírselo a sus equipos para remar en la misma dirección. 

Sin embargo, en algunos casos no es así. Y sencillamente, no lo es por desconocimiento. 

Por eso en este artículo quiero contarte cuáles son las actitudes que pueden hacer que un director escolar entre en el perfil de líder, o de jefe, para que puedas diferenciar en qué papel estás tú. 

Actitudes que diferencian a un director escolar que actúa como jefe de uno como líder 

#1 – Uso de la autoridad

¿Qué es para ti la autoridad? Para un jefe, es un privilegio dado por su mando. Sin embargo, para un líder, además es una herramienta útil para la escuela. 

El jefe se identifica con el “yo mando aquí”, mientras que el líder se refleja más con el “yo puedo ser útil aquí”, ya sea para guiar, inspirar y comprometerse día a día.

Reflexiona si como director de tu escuela tu objetivo es espolear a tu equipo para que dé más de sí, o más bien te dedicas a que cada paso que se dé se haga desde el bienestar individual y colectivo. 

#2 – ¿Impones, o argumentas?

Cuando como director de tu escuela te escudas en el poder que te da el puesto, es fácil caer en la imposición. 

Porque está claro que tú quieres lo mejor para el centro, y que tanto tu equipo, como los estudiantes y los padres, estén contentos. Y claro, a veces hace falta imponer ciertas normas. 

Pero, ¿qué me dirías si, en lugar de imponer tu criterio, lo argumentaras y ejemplificaras? 

Esto es lo que hacen los líderes: se ganan la simpatía de quienes le rodean con argumentos. No buscan imponer sus ideas a los demás, sino construir conocimiento y plan de acción que incluya a todo el equipo.  

#3 – La gran diferencia entre el transmitir miedo o confianza 

Otra de las actitudes que diferencian un jefe de un líder, es que el jefe se asocia con el temor, con el miedo, con las amenazas, y de hecho, pasa que aunque el equipo le ponga buena cara cuando está cerca, es duramente criticado cuando no está.

Por el contrario, un líder es capaz de generar entusiasmo y confianza. Estimula al grupo, y reconoce los logros individuales. Y eso, inevitablemente, hace que el líder sea valorado y apreciado, con la diferencia que esto puede suponer para la escuela. 

#4 – ¿Desde donde gestionas los problemas? 

A la hora de gestionar los problemas, un jefe busca detectar y señalar quién o quiénes han cometido el error. Por el contrario, un líder busca solucionar el problema y ayudar a quien lo ha cometido a levantarse. 

Procura hacerlo con discreción, a diferencia de un jefe, que regaña, castiga y grita para advertir al culpable y al resto de personas del equipo. 

#5 – Organización de tareas 

En este sentido, también podemos ver las diferencias entre un líder y un jefe. 

El jefe distribuye tareas y se queda supervisando si están siendo seguidas a rajatabla. El líder estimula, trabaja y da ejemplo a su equipo y colaboradores. 

En realidad, el jefe hace que las tareas sean una obligación, y el líder sabe buscar la motivación en cada nuevo proyecto, aumentando la creatividad y el bienestar. 

#6 – Un líder te ayuda a dar lo mejor de ti 

El jefe se dedica a dar órdenes, pero el líder sabe enseñar a su equipo, no solo a hacer determinadas tareas, sino a alcanzar todo el potencial posible. El líder mejora la autoestima de cada persona del proyecto para que sus ganas de mejorar sean cada vez mayores. 

#7 – ¿Cuál es tu grado de confianza con el equipo?

En el grado de confianza que se tiene con el equipo también se ven las diferencias entre un líder y un jefe. 

Un jefe se relaciona de forma despersonalizada con su gente, mientras que un líder se interesa de manera genuina por cada uno, consigue de ellos la mejor versión y también tener relaciones laborales estrechas y de confianza. 

#8 – Hacer las cosas “porque sí”

Un jefe dice: “haz esto porque lo digo yo, que para eso soy el jefe”. 

Un líder dice: “hagamos esto, y te voy a contar por qué”.

Esta es sin duda una de las grandes diferencias entre los dos perfiles. Un líder diseña planes que generan compromiso sincero del equipo, porque todos cada uno de los integrantes tiene algo que aportar. 

#9 – Cumplir no es liderar 

El jefe se dedica a cumplir, y se conforma con que el grupo cumpla: con el horario, con los objetivos mínimos… 

Un líder no se conforma con eso y quiere que su equipo despunte, que se sienta orgulloso de lo conseguido y que crezcan como personas y como grupo. 

#10 – Poder, o inspiración 

Por último, podemos decir que un líder es una persona inspiradora que trata de conseguir que su equipo se sienta extraordinario. 

Un jefe espera la reverencia, quiere mantener sus privilegios a toda costa. Un líder le da significado a su trabajo, a su vida y a la de los que le rodean. 

Así que en definitiva, podemos decir que un líder es el resultado de la siguiente fórmula:

LÍDER = CAPACIDAD + APRENDIZAJE + SEGUIDORES + FELICIDAD + BUEN AMBIENTE

¿Con cuál de estas 10 actitudes te has visto reflejado en tu papel como director de tu escuela? ¿Crees que estás actuando como jefe, o como líder? 
Recuerda que el liderazgo es una habilidad que se puede aprender. Si te gustaría ser un buen líder para tu escuela, te invito a formar parte de nuestra comunidad Bienestar en la Escuela donde aprenderás recursos útiles para hacerlo. 

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